La pared intestinal fisiológica forma una barrera mecánica, mediante:
- Las uniones intercelulares
- Barrera inmunológica
- Flora bacteriana
- El eje hígado-intestino
La alteración de cualquiera de estos componentes podría ser el responsable del paso de toxinas del tracto digestivo al sistema circulatorio y a espacios intersticiales. El fracaso de la barrera se manifiesta por deterioro en la absorción de nutrientes, alteración de la respuesta inmune intestinal.
La membrana intestinal, al estar en contacto con el medio ambiente de la luz intestinal, tiene una doble funcionalidad:
a) Como barrera que evita la penetración de las noxas externas (bacterias o fragmentos de las mismas, antígenos de diverso origen, agentes carcinogénicos, etc.)
b) Como membrana de absorción específica desustancias fundamentales (nutrientes, agua, electrolitos, vitaminas, etc.)
El transporte de macromoléculas a través de la mucosa intestinal tiene lugar por diferentes vías:
Vía transcelular
- Endocitosis activa mediada por receptores (3-OMG)
- Endocitosis pasiva mediada por receptores (D-xylosa)
- Penetración pasiva a través del entericito (Rhamnosa)
Vía paracelular
- Paso a través de las uniones intercelulares (tight juntions) (Lactulosa, Melibiosa)
Una característica común en la mayoría de las enfermedades de sensibilización central SSC, en periodos iniciales aún encubiertos de la enfermedad, antes de manifestarse abiertamente y ser diagnosticadas, es la parición de cuadros clínicos de Síndrome de Intestino Permeable SIP, que suelen ser confundidos o superponibles a diagnósticos de Síndrome de Intestino Irritable SII (colon irritable) por profesionales no expertos en la materia, los cuales al no poder justificar las causas del cuadro clinico, lo otorgan a las alteraciones del caracter,las cuales tambien son manifiestaciones silentes, causadas por el daño intestinal.
Es por este motivo que muchos enfermos, ante el desconocimiento de las enfermedades de SSC por parte de la mayoría de los profesionales, son etiquetados y tratados erróneamente como afectados de SII y con estrategias psicológicas.
Estudios recientes apoyan teorías ya establecidas en el año 2003, que relacionaban cuadros de inflamación crónica en el tejido del intestino, como la puerta de entrada de toxinas, las cuales formarían una concatenación de hechos nocivos, tipo “efecto fichas de dominó”, arrastrando en su caída, entre otros, el sistema inmunológico y el sistema nervioso central.
El trabajo publicado en 2008 de Luciana Laroca y col. El lenguaje químico de la interacción inmune-neuroendócrina, ilustra la actuación del SNC ante la respuesta inflamatoria
La causa más probable, según esta teoría, sería por la actuación de determinados agentes bacterianos intestinales que liberan lipopolisacáridos de un modo exagerado e incontrolado.
Los lipopolisacáridos (LPS) constituyen el antígeno O y la endotoxina de las bacterias Gram-negativas. Están localizados en la membrana externa de la envoltura celular bacteriana y juegan un papel muy importante en la patogénesis de las infecciones bacterianas y conocidas como causantes de procesos inflamatorios.
Los intestinos, contienen una gran variedad de bacterias que ayudan a la digestión y al metabolismo, pero todas ellas deben permanecer en el interior del estomago y del resto del tracto digestivo, siendo a diferentes niveles cepas determinadas en equilibrio con su habitad adecuado.
El Dr. Kenny De Meirleir, mantiene la teoría del papel que juega las moléculas procedentes de diferentes agentes infecciosos intestinales, denominadas Lipopolisacáridos (LPS) y que están descritos como causantes de procesos de respuestas inflamatorias con afectaciones inmunológicas, como ocurre, según sus determinaciones, en la enfermedad de la EM/SFC.
Las LPS, juegan un papel destacable en cuanto a la acción sobre la permeabilidad de las paredes del tracto digestivo. Los estudios de K. de Meirleir, en las que encontró una cantidad extremada de tres tipos de bacterias en pacientes de EM/SFC, así lo constata tambien el estudio realizado por el Dr. Henry Butt, de la Universidad de Melbourne, (Australia) que relaciona a tipos o familias de bacterias, las mismas a las que se refiere de Meirleir en sus publicaciones:
- Enterococos,
- Estreptococos
- Prevotella.
Otros autores, han vinculado a otros agentes al encontrar infecciones persistentesde por agentes virales como el Parvovirus B19 y el virus Herpes Humano 6 y 7, en la mucosa gástrica e intestinal de múltiples pacientes con SFC. Tal como se constata de los estudios realizados por el Dr. Marc Frémont i col. en «La detección de virus del herpes y parvovirus B19 en el gástrico y mucosa intestinal del síndrome de fatiga crónica pacientes«; como los elaborados por el Dr. Chapenko S i col «Asociación de activo Herpesvirus Humano – 6 , – 7 y parvovirus B19 Infección con los resultados clínicos en pacientes con Encefalomielitis Miálgica / fatiga crónica …«
Las conclusiones de los estudios realizados por ambos autores, K. de Meirleir y H. Butt, al encontrar altas cantidades de LPS en sangre en grupos de enfermos de EM/SFC altamente afectados por la enfermedad y que se veian obligados a estar postrados en cama, generaron la hipótesis de que estos altos índices de LPS, podrían provenir de la permeabilidad de las paredes del intestino, al estar afectadas por procesos inflamatorios constantes. Este hecho sería la causa de que muchos productos traspasaran la barrera de la pared intestinal y se extendieran por el organismo, con afectación del sistema inmunológico.
Otro factor añadido como causante es la Disbiosis intestinal.
La Disbiosis intestinal, es una infección intestinal generada por levaduras y patógenos anaerobios, secundariamente por hongos. De esta proliferación se emanan elementos tóxicos al organismo. Una de estas sustancias es el sulfuro de hidrógeno H2S, producido por las bacterias y hongos como elemento transmisor de señales, el cual puede ser sumamente tóxico, incidiendo en el sistema inmunológico, y dañando el sistema nervioso central, entre otros órganos.
El Dr. De Meirleir describió también que dicho gas reacciona con determinados metales, los cuales se introducen en nuestro organismo por diferentes vías, siendo la más principal los alimentos y los contaminantes ambientales.
La respuesta inmuno-inflamatoria oscilante, se caracterizaría por las manifestaciones multiorgánicas que muestran, tales como hipotensión, fiebre o hipotermia, alteraciones en la pared pulmonar transitorias en forma de broncoconstricción, sensación de dolor articular tipo séptico, dolor retroesternal, cansancio, etc.
Para realizar un control en la respuesta inmuno-inflamatoria, de un modo paliativo el control nutricional de los afectados es vital, como si fueran celiacos, la eliminación de cualquier tipo de edulcorantes, determinadas formas de hidratos de carbono, lácteos y derivados, etc. ayudan a una mejoría sustancial del estado del afectado. Cada caso es peculiar en estas patologías, por lo que es necesario realizar un estudio de la sensibilización a los nutrientes, (no confundir sensibilización con alergia), para ofrecer un abanico de posibilidades nutricionales más correcta.
Esta actuación no ofrece una curación sobre las enfermedades de SSC, no nos engañemos en ello, pero mediante un habito correcto nutricional, realizado a la carta, puede permitir la recuperación del tejido intestinal y el reequilibrio de la flora, proporciona un aumento de calidad de vida, que ya es mucho para este colectivo de pacientes, mientras se realizan investigaciones centradas en terrenos más complejos como es el de la inmunología y tratamientos con inmunodepresores.
Documentos complementarios: Sindrome del Intestino Hiperpermeable
Muy buen artìculo Robert: Totalmente de acuerdo. Estas dietas no curan pero mejoran mucho la calidad de vida.En cuanto al intestino irritable ,siempre considerè que no existìa , o al menos yo no conocìa ninguna persona con eso de causa psicològica. Las personas que conocìa con estos sìntomas y yo sufrìamos mucho dolor ,nauseas,colicos, no podìamos comer.. Y tenìa razòn ,era intestino permeable.
Desde mi experiencia -e ignorancia- has tocado una tecla clave de la enfermedad con este artículo y absolutamente ignorado por los médicos. Permíteme que exponga mi caso, pues creo es un ejemplo perfecto de lo que aquí estás contando. Los síntomas relacionados con la comida los tengo desde que nací y creo que hay un patrón en la infancia que podría poner en alerta para la prevención en el desarrollo de la enfermedad: alergias; manifestaciones en la piel mal diagnosticadas como dermatitis de contacto; sobrepeso desproporcionado en relación a las cantidades ingeridas y «concentrado» en la zona de la barriga; oscilaciones brutales del peso (yo digo que no es engordar y adelgazar, sino hinchar y deshinchar); cansancio extremo después de cada comida acompañado de dolor en todo el cuerpo (yo le decía a mi madre -desde muy joven y mucho antes de ser diagnosticada- que en vez de comida parecía como si tomara veneno y que algo estaba pasando con la comida, que me hacía daño); alteraciones en el ciclo menstrual relacionados con esas fases de «hinchar» y «deshinchar»; el «mono» de ingerir glucosa (con los síntomas de un hipoglucémico pero sin serlo); dolores musculares y contracturas crónicas, etc, etc, etc. Todos estos síntomas los tengo desde niña y fui diagnosticada de SFC con 38 años (ahora tengo 42).
Casualmente, antes de ser diagnosticada de SFC, cuando tenía 36 años -hacía seis que ya había dejado mi trabajo por la enfermedad, todavía sin diagnosticar-, y debido a un error médico, reconocido por él, que me dio una dieta hipocalórica sin darse cuenta que era PARA DIABÉTICOS -yo no soy diabética-, toqué una de estas teclas que mencionas en el artículo y por primera vez fui capaz de mantener una dieta en el tiempo: en 8 meses perdí 40 kilos; la mejora en la sensación de tener más energía fue de un día para otro y por tanto no por la pérdida de peso; de un día para otro fui capaz de salir a caminar; las crisis de dolor y cansancio -que no han desaparecido- claramente estaban ya relacionadas con otros factores (probablemente de tipo ambiental, hormonal, etc.) pero ya no con la comida, o al menos no en la misma intensidad que antes; persistía el «mono» de glucosa pero en parte -no del todo- aumentó la capacidad de combatirlo ; por primera vez en 30 años me «desaparecieron» los eccemas -van y vienen dependiendo de lo que coma-; se regularizó la menstruación; noté algo de mejoría en «claridad mental» y en algunos síntomas de tipo neurológico; mejoró algo también la frecuencia e intensidad de las contracturas, etc, etc. Claramente la comida, de una u otra forma, me estaba «envenenando».
En definitiva, corroboro con mi experiencia lo que dices: la dieta no cura pero puede favorecer una cierta mejora en la calidad de vida. No obstante, quiero destacar que el cerebro sigue interpretando igualmente las crisis de cansancio extremo (propiciadas por múltiples factores, a parte de la comida) con una demanda de glucosa (como si vinieras de correr la maratón), y esto es una lucha diaria y mentalmente agotadora.
Sorprendentemente nunca un médico me ha mencionado el Síndrome de Intestino Permeable. Y reitero que estoy convencida que esta es una de las claves para investigar y para prevenir o ralentizar el desarrollo de la enfermedad hacia grados que resulten totalmente incapacitantes.
Gracias Robert por este artículo tan importante!!!
Gracias por los comentarios que ilustran un caso,más.
Mi experiencia me ha llevado a entender parte del problema, al menos para adquirir una mejor calidad de vida. Sobre todo entendiendo que hay ciclos. Reparar y recuperar el tracto digestivo, es muy importante, la necesidad de azucar y dulces puede devenir más bien por candidiasis intestinal. Las candidas requiere azucares para sobrevivir y la eliminación de los azucares hace que favorezca la eliminación de las candidiasis, junto a otros procesos terapéuticas y reequilibrio del ecosistema intestinal, sobre el tema do estar presente otras enfermedades sobre el metabolismo de los azucares, es cuestión a tener encuenta y a descartar. El hecho realizar un proyecto de ejercicio diario suave y tutelado por un entendido en el tema de las SSC, es otro tema a tener en cuenta. Otro síntoma de interés es lo que comentas, el hinchado y desinchado del abdomen, es otro de los sintomas a tener en cuenta. Proximamente trataré estos temas en un nuevo posted. Gracias por el interés y colaboración.
Robert
La nutrición es una de las asignaturas peor conocidas por los médicos.Muchas enfermedades mejorarían o incluso se curarían si se estudiara el efecto de los nutrientes en el organismo(sus carencias a nivel orgánico y celular) y el delicado equilibrio entre ingesta y consumo.La relación enfermedad-nutrición es evidente. Y no digamos el papel de los alimentos adulterados,conservados quimicamente,tratados,enlatados,con pesticidas,colorantes,etc.Casi se estudia mas el efecto en los animales que en los humanos. Y no se estudia porque detrás está la potente e influyente industria químico-farmacéutica a la que no le interesa ni la salud generalizada ni los alimentos sin tratar químicamente.El tema de las cándidas intestinales está hoy por hoy, negado por la medicina oficial y sólo la alternativa lleva años avisando y tratando,pese a la gravedad del tema y a los subproductos nocivos de las cándidas que padecen personas sin diagnostico concreto ( a parte de dirigirlas a los psiquiatras).
Hay que reconocer que en los últimos 40-50 años la alimentación ha cambiado mucho y se ha pasado de la carencia al abuso,de alimentos naturales y vivos a alimentos procesados y sin vida,de consumo proteínico y de azúcares limitado a consumo excesivo,etc.etc.Y con ello han aparecido nuevas enfermedades ,malestares y faltas de energía,cánceres multiplicados por cientos.(hasta en niños)
Sin olvidar la toxicidad ambiental de productos cosméticos,limpiadores caseros, gasolinas,en aire y agua,que no quieren limitar.