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Pese a que se pretende subestimar la relación existente entre diversas enfermedades y la exposición a bajas y muy bajas dosis de determinadas justicia ciegasustancias químicas provenientes de diversos campos de la industria y la relación de dichas substancias en el incremento de la aparición de patologías tanto en el desarrollo embrionario como a lo largo de la vida, cada vez son más los datos que aportan evidencias científicas de riesgos por la falta de sincronización entre las dosis mínimas de exposición y los efectos perniciosos de dichos productos para la salud y la vida.

Realmente nos encontramos, pues, ante un problema complejo tal y como plantee ya en un posted anterior Los agentes industriales y sus consecuencias sobre la salud.  

estanteria con nutrientes industrialesEstamos ante un conflicto social entre las propias empresas que aportan grandes cantidades económicas para justificar la inocuidad de los productos, que son su fuente de ingresos (sin entrar en lobbies de protección jurídico-políticas escudados en dichos estudios) y la realidad social. Realidad que ve un incremento de enfermedades desconocidas en la población y que a su vez se ve limitada para demostrar mediante criterios de evidencia científicos las causas del aumento de dichas patologías que sufre.

Por otro lado existe un conflicto de intereses entre los propios profesionales, puesto que son controlados desde su formación mediante paradigmas desfasados a la realidad de conocimientos y falsas verdades obtenidas por limitación de los recursos económicos para su determinación objetiva del problema. Limitaciones generadas desde la propia administración pública que se encuentra secuestrada a los intereses de los lobbies.

limpieza domesticaLa industria, mediante campañas publicitarias, va imponiendo una serie de productos, innecesarios, como hábitos de excelencia de salud y bienestar, como pueden ser aromatizadores, productos de higiene y limpieza tanto domésticos como personales, materiales plásticos de uso cotidiano, etc. ofertando, mediante campañas publicitarias, comodidad y seguridad frente a «supuestos peligros y molestias potenciales», cuando en sí mismo, estos productos ya son peligrosos.

Un claro ejemplo lo tenemos en los disruptores endocrinos

La acción de estas substancias en los humanos puede afectar desde la manifestación de obesidades hasta las malformaciones congénitas, pasando por conflictos reproductivos, neurológicos entre otros.

La obesidad que se suele justificar como una causa del estilo de vida, no es obesquimexactamente comprendida de este modo por muchos profesionales de la salud gracias a evidencias científicas. Si revisamos bibliografías del tema, encontramos que existen evidencias sobre sustancias químicas que polucionan el ambiente y que potencialmente puedan ser obesógenos en humanos, así se desprende de múltiples estudios mediante animales de experimentación que confirman los daños producidos por productos como el dietilestilbestrol (DES), la ginesteína, el bisfenol-A, que actúan principalmente sobre los receptores estrogénicos y los derivados orgánicos de estaño y los ftalatos activando los PPARγ (Peroxisoma proliferador activado del receptor ).

Estas substancias, al ser confundidas por el organismo como hormonas, hace que actúen fuera de tiempo en el desarrollo embrionario, causando lesiones irreversibles en el feto tanto en el campo gonadal como en el sistema neuroinmune.

La fertilidad, medida como la inversa del tiempo de consecución de embarazo (TTP), es un medio de medir la acción de los disruptores endocrinos en la sociedad. Actualmente existen mas dificultades en quedarse embarazadas las mujeres por baja calidad de los espermatozoides y de mantener un embarazo en áreas industrializadas y donde se presume mayor calidad de vida de los habitantes, valorándose que esta cuestión está relacionada con la exposición ambiental u ocupacional a tóxicos y/o contaminantes, cambios en el estilo de vida o hábitos y productos dietéticos.

Disruptores endocrinos, un posible riesgo tóxico en productos de consumo habitual

 Compuestos disruptores endocrinos y su participación en la programación del eje reproductivo

La exposición al medio en el ser humano ocurre a través de tres vías:

  • ·        Oral,
  • ·        Cutánea
  • ·        Inhalación

tupperLos agentes contaminantes pueden provenir de múltiples fuentes, incluyendo el agua, la comida y aditivos, el aire, el suelo, los productos de higiene, fármacos, productos y objetos industriales habituales, agentes naturales como la lluvia (lluvia ácida), etc.

Qué relación existe entre los disruptores endocrinos y las enfermedades de sensibilización central

La encefalopatía miálgica/ síndrome de fatiga crónica/ síndrome de fatiga postviral (EM/SFC/SFPV), la fibromialgia, y la esclerosis múltiple, son trastornos incapacitantes del sistema neuroinmunológico que causan un gran sufrimiento en las personas que lo padecen y sus familias y que también están experimentando un preocupante incremento en todo el mundo.

Los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino están relacionados entre sí, regulándose unos a otros. Estos desórdenes del sistema neuroinmunológico (muy presentes en las enfermedades de SSC) pueden atribuirse a interacciones adversas entre estos sistemas, y están relacionados con la exposición a contaminantes ambientales, aunque su estudio hasta la fecha no ha recibido la misma atención que otras enfermedades encubriéndose como trastornos psicoafectivos.

Entre los disruptores endocrinos EDC relacionados con estos desórdenes neuroinmunológicos se encuentran mezclas de hidrocarburos aromáticos policíclicos, sustancias organocloradas como PCBs, dioxinas, plaguicidas y metales y compuestos organometálicos.

La exposición a EDC incluye:

  • Daños al sistema reproductor masculino: criptorquidia (no descenso testicular), hipostasias (malformación pene), y reducción de la calidad del semen.
  • Daños al sistema reproductor femenino: pubertad precoz, reducción de la fecundidad, abortos espontáneos, síndrome de ovarios poliquísticos, endometriosis y fibroides uterinos, partos prematuros, bajo peso al nacer y danos congénitos, entre otros.
  • Canceres en órganos hormono-dependientes: cáncer de mama, de próstata, de testículos y de tiroides.
  • Daños al sistema neurológico: déficit de atención, reducción del coeficiente intelectual, conflictos de concentración y memoria.
  • Enfermedades metabólicas: síndrome metabólico, diabetes y obesidad
  • Desordenes del sistema neuroinmunologico: Síndrome de fatiga crónica (SFC), Fibromialgia (FM), Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y esclerosis múltiple (MS), entre otras.

 

¿Qué se sabe y esconde de los disruptores endocrinos?

 

  •  Pueden actuar a dosis muy bajas: los niveles de exposición a los que los EDC pueden afectar la salud humana son extremadamente bajos (en el rango de partes por billón ppb). La población esta expuesta en la actualidad a estos niveles debido a la contaminación del aire de los hogares, los alimentos o la presencia de EDC en artículos de consumo.
  • Momento de exposición: el momento en que una persona puede estar expuesta puede tener aun más importancia que el nivel de exposición.
  • Sensibilidad especial de los fetos y los bebes, debido a que están en etapas de desarrollo orgánico por lo que son especialmente vulnerables a la disrupción endocrina, provocando daños que pueden causar sobre la salud a lo largo de toda la vida.
  • La relación dosis-efecto no es lineal, pudiendo, por ejemplo, generar efectos dañinos para la salud a dosis muy bajas o altas y no generar efectos a dosis de exposición intermedias.
  • Reacciones por “Efecto coctel”, debido a que los EDC pueden actuar conjuntamente, de forma aditiva o sinérgica. La exposición de una mezcla de EDC a bajas dosis, puede provocar efectos negativos a niveles de exposición considerados como seguros para las sustancias individuales. Por este motivo es necesario abordar los EDC como un grupo, no sustancia a sustancia.
  • Efecto multigeneracional, al ser reconocidos como substancias orgánicas, los EDC pueden afectar a varias generaciones al interferir en el mecanismo genético.
  • Latencia: los efectos negativos de los EDC pueden manifestarse muchos años después de que ocurre la exposición; además los efectos de la exposición prenatal se manifiestan principalmente en la edad adulta. Por ello es preciso que se tomen medidas preventivas en previsión de afectaciones de salud pública y personal en u futuro.  
  • Ubiquidad de la exposición, según  los estudios de monitorización de EDC en humanos muestran que la contaminación de la población afecta a todas las edades.
  • Se han detectado EDC en sangre de cordón umbilical, pelo y orina de bebes, niños y sangre y grasa en adultos.
  • Los análisis de alimentos, artículos de consumo, aire, agua, polvo domestico, etc., muestran la ubiquidad de la exposición a EDC. Por ello, es necesario eliminar las fuentes de exposición a EDC.

Los disruptores endocrinos y la legislación vigente

Biberon plasticoPese a los datos científicos, cada vez más alarmantes, por interés económicos-industriales, no existe una legislación de prevención y protección de la salud frente a estos productos. Los científicos se van moviendo tímidamente en defensa de la salud, puesto que TODOS estamos afectados por el problema de un modo u otro, incluso la población embrionaria. En el año 2012, el complejo Berlaymont de Bruselas, la comisión europea convoco una reunión de científicos internacionales para tratar el tema, generando lo que se ha denominado la “Declaración de Berlaymont”.

Los científicos asesoran, pero los políticos que promulgan las leyes, actúan tímidamente en la legislación de los productos comerciales, para no “ofrender” a los poderes industriales.

Son cientos de miles las sustancias que están en el ambiente las que se comportan como  “disruptores endocrinos” afirma Jesús del Mazo, científico del CSIC y experto en biología molecular y uno de los 89 firmantes de la declaración de Berlaymont.

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La OMS en el año 2012 evaluó mediante un grupo de expertos este conflicto, editando a principios de este año 2013 el documento “Estado de  los disruptores endocrinos -2012” en el que concluyo que “Los efectos recaen en el sistema endocrino relacionado y no necesariamente depende de la especie. Los efectos mostrados en la vida silvestre o experimentales animales también pueden ocurrir en seres humanos si están expuestos a las SAE en un momento vulnerable y en concentraciones que conducen a alteraciones de la regulación endocrina. De especial preocupación son los efectos sobre el desarrollo temprano de los seres humanos y la vida silvestre, ya que estos efectos son a menudo irreversibles y pueden no llegar a ser evidentes hasta más adelante en la vida. El tercer y último capítulo de este documento se analiza la exposición de los seres humanos y la vida silvestre de los EDC EDC y potenciales.”

 

Asimismo proponen las siguientes recomendaciones:

El estudio hace una serie de recomendaciones para mejorar el conocimiento global de estos productos químicos, reducir los posibles riesgos de la enfermedad, y reducir los costos relacionados. 

Estos incluyen:

  • Pruebas: EDC conocidos son sólo la «punta del iceberg» y se requieren métodos de pruebas más exhaustivas para identificar otros posibles disruptores endocrinos, sus fuentes y vías de exposición.
  • Investigación: Se necesita más evidencia científica para identificar los efectos de las mezclas de los DE sobre los seres humanos y la vida silvestre (principalmente de subproductos industriales) para que los seres humanos y la vida silvestre están cada vez más expuestos.
  • Informes: muchas fuentes de EDC no se conocen debido a la insuficiente información y la información sobre los productos químicos en productos, materiales y bienes.
  • Colaboración: más intercambio de datos entre los científicos y entre los países pueden llenar los vacíos en los datos, sobre todo en los países en desarrollo y las economías emergentes.

«La investigación ha avanzado mucho en los últimos diez años mostrando que las alteraciones endocrinas son mucho más extensas y complicadas de lo que se dieron cuenta hace una década», dijo el profesor Åke Bergman, de la Universidad de Estocolmo y el jefe de redacción del informe. «A medida que la ciencia sigue avanzando, ya es hora de que se gestione tanto los disruptores endocrinos, como una mayor investigación sobre la exposición y los efectos de estas sustancias en la vida silvestre y los seres humanos.»

Ante estas perspectivas, no es difícil entender el caos existente en las enfermedades de sensibilización central y el fracaso del enfoque y de los tratamientos. Este un uno de los múltiples motivos por el que se requiere un cambio radical en los conceptos de abordaje, investigación y tratamiento. Puesto que las evidencias científicas van rodeando el problema de un modo confuso dependiendo de la óptica con que se observa, pero no se entra en el fondo, fondo que puede ser común si objetivamos en sistema neuro-inmuno-endocrino. Por este motivo es preciso el cambio de paradigma y de los equipos que actualmente tratan estas enfermedades de un modo convencional, pese a los fracasos obtenidos.