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Disfunción inmunologica, enfermedades emergentes, Fibromialgia, SFC, simuladores de enfermedad
Supongamos que una persona padece una enfermedad crónica con dolor invalidante, niebla mental y conflictos de memoria y concentración, a la vez que se superponen otras enfermedades con afectaciones multisitémicas resultandole altamente invalidante. Pese a ser reconocida por la OMS dicha enfermedad y algunas de superposición, el afectado no recibe la asistencia sanitaria adecuada y sufre marginación de las instituciones sociales y desprotección jurídico-laboral.
¿Cómo se debe actuar ante los hechos?
- Encogiéndose de hombros con resignación
- Reclamando sus derechos
Esto es lo que ocurre en una gran mayoría de los afectados de SSC en nuestro país, cuando los recortes y las reformas tanto sanitarias y laborales, abandonan a los afectados de enfermedades de sensibilización central, como es la fibromialgia.
No es de extrañar que ante la perversidad del sistema y de las instituciones, algunos afectados, diagnosticados previamente, intenten no solo justificar su enfermedad y ser reconocidos como enfermos crónicos, si no que empeoren en sus manifestaciones por causa del distress que les afecta, debido a la impotencia ante un trato injusto.
¿Afectados o simuladores?
El estrés «negativo» se llama científicamente distress. Muchos afectados de SSC, lo sufren y más en los periodos previos al diagnóstico y cuando han de enfrentarse a la conflictividad institucional, para ser reconocidos por la administración como enfermos crónicos con discapacidades, cuando ya existe un diagnóstico médico generado.
El Instituto Canadiense de Estrés ha descubierto la existencia de cinco fases distintas de evolución del distress, pudiendo el afectado experimentar varias fases a la vez o bien estar parado en una fase particular o bien tender continuamente a circular por las cinco.
1. Fase del distress, fatiga física y/o mental crónica: Esta fase suele manifestarse con picos regulares de fatiga extrema, necesidad de dormir más de lo normal, carencia de entusiasmo, agotamiento que obliga a tomar estimulantes y/o calmantes. Normalmente, en esta fase los análisis médicos no encuentran ninguna prueba orgánica de enfermedad y se acaba creyendo que los problemas de fatiga son solamente el precio por envejecer.
2. Fase del distress, problemas interpersonales y desenganche emocional: En esta fase, presenta una conflictividad con los compañeros de trabajo, familia y amigos. Existe una respuesta agresiva y de desconexión de los familiares, amigos, compañeros de trabajo, con respuestas agresivas ante situaciones triviales.
3. Fase del distress, turbulencias emocionales: En esta fase se muestran conflictos en las emociones internas, las cuales se muestran cada vez más agitadas con la consiguiente afectación de las capacidades personales. Aparecen las dudas y se vuelve incapaz de afrontar decisiones y prioridades. Lo que le inhibe la capacidad de mantener un equilibrio emocional, mostrando cuadros de depresión.
4. Fase del distress, dolencias físicas crónicas: En esta fase aparece una alta tensión muscular, centrada sobre todo en las áreas superiores del tronco (hombro y cuello) y en las zonas distales de la columna (zona lumbosacra L4 – L5 mayoritariamente sin implicación mecánica), a su vez manifiesta dolores de cabeza tipo migrañoso.
5. Fase del distress, enfermedades relacionadas con el estrés: En esta fase aparecen alteraciones patológicas específicas, tanto en el campo de la inmunología (resfriados, aftas, diversos procesos infecciosos, etc), en el campo de la fisiopatologialogía (hipertensión, ásma, colitis ulcerosas, conflictos cardiovasculares, deterioros mecánicoa que requieren cirugía etc. etc.), alteraciones hormonales, hechos que justificarían las manifestaciones multiorgánicas.
No obstante, no debe confundirse el distress, con las enfermedades de sensibilización central SSC, entre la que se encuentra la Fibromialgia.
Ante estos hechos expresados, no es difícil comprender los errores en la conclusión del estudio “Fibromialgia: ¿exageración o simulación?”
La perversidad del sistema politico-sanitario y las limitaciones económicas conque se escudan, permiten realizar una serie de afirmaciones mediante estudios simplistas, como quien hace trampas en el solitario, en beneficio de argumentos obsoletos y casposos. Ya el propio estudio reconoce, en las conclusiones, que no tiene suficiente amplitud, para obtener conclusiones (un total de 113 personas a estudiar de las cuales 23 con diagnóstico de FM, son litigantes, 36 con FM no son litigantes, 21 son afectos de FM no anólogos, 30 como grupo control sanos frente a más de diecisiete millones de diagnósticados en el mundo occidental), considerando como los enfermos simuladores (los litigantes), también abre puertas a posteriores estudios en los que aportar las opiniones de los jueces para una mayor clarividencia. Entonces, ¿porqué se publica?, ¿Que intencionalidad esconde?.
En mi modo de ver este estudio es una muestra mas de la perversidad e ignorancia del sistema sanitario ante estas enfermedades. Ha sido perverso, el sistema sanitario, desde el origen de estos diagnósticos, estigmatizando a los afectados, pese a las múltiples evidencias científicas de posibles causas, evidencias que no pueden acelerarse como biomarcadores, por la falta tanto de interés de las instituciones oficiales como de recursos que se aportan para investigarlas. Es mucho más económico y resulta de mayor interés político aportar un estudio reducido e inconsistente dentro del criterio de evidencia científica, que sitúe fuera del sistema a los afectados que se atreven a reclamar sus derechos e interese, al etiquetarlos como simuladores.
Todo enfermo crónico puede caer en la posibilidad de incrementar sus manifestaciones en determinadas situaciones. Pero me pregunto ¿Qué hay tras este colectivo de enfermos, que no interesa reconocerlos como tal?.
El estudio, como es habitual, no entra en el ¿porqué?, posiblemente por el simple motivo del fracaso de nuestro paradigma de salud frente a estas enfermedades. Enfermedades que los estudios bajo evidencia científica demuestran la ineficacia de la mayoría de los medicamentos que se les administra y justificado el fracaso cuando las exploraciones mediante diagnóstico por la imagen apuntan a serias afectaciones en determinadas áreas cerebrales, que limitan no solo la ineficacia de determinados medicamentos, sino también las causas de la resistencia a la percepción dolor y la incapacidad de predecir cuando este va a finalizar, generándose un efecto de Eco, lo que hace que perdure la percepción del mismo, pese a la inexistencia de estímulos. Sin entrar en otros terrenos, también de evidencias científicas más consolidadas que el estudio en cuestión, en las que la Inmunología, el medioambiente, la genética, las proteínas AMPK, el Shunt vascular periférico y sus consecuencia multiorgánica y un largo etc. aportan suficientes argumentos sobre la enfermedad, por encima de los conceptos “Simuladores”
Posiblemente, los psicólogos, puedan evaluar mediante test, pero estos no dejan de ser también subjetivos en su generación, valoración e interpretación. Lo que también genera dudas de su veracidad e imparcialidad.
Mi experiencia profesional y personal es que cuando un afectado de SSC, bien diagnosticado es sometido a recursos bien estructurados mediante terapias correctas tanto medicamentosas, dietéticas, fitoterápia y terapias complementarias bien estructuradas y definidas, mejoran su calidad de vida y favorece su socialización, pero no se curan, por lo que muestran episodios y cíclos de las enfermedades de SSC en mejores condiciones de superarlas y con menores consecuencias y más cuando existen superposiciones, que es más de un 84% de la población afectada.
Llevar los diagnósticos a procedimientos jurídicos, no solo es el fracaso del sistema sanitario y de protección social, sino que provocan situaciones de desconfianza de los enfermos hacia el sistema y es generador de posibles “exageraciones” de los síntomas, lo que no quiere decir que mientan, no los sufran y no los padezcan. Es forzar a unos enfermos a una situación de distress con todas sus consecuencias, precisamente en un colectivo de enfermos que son extremadamente sensibles al estrés. Pero este hecho ocurre también con otras patologías crónicas debilitantes y formalmente reconocidas, cuando se afrontan, en el terreno judicial para su reconocimiento.
Es absurdo, en un estado de derecho que una enfermedad debidamente valorada, etiquetada y documentada, tenga que resolverse con un proceso similar a una actitud delictiva. Posiblemente la falta de interés sobre las mismas y su subetimación es consecuencia de la falta de formación sobre la misma que reciben los estudiantes de ciencias de la salud y por consecuencia la visión erronea sobre las mismas por parte de la mayoría de los profesionales de la salud y péritos al servicio de la administración, que subestiman a los profesionales implicados y conocedores del tema.
Los estudios inconcluyentes, es una forma de malversar unos recursos limitados, pese a que puedan servir mas para argumentar a la administración en contra de los derechos de los afectados.
Exlente artìculo, muchas gracias!!!!!!!
Excelente articulo!!!!!!!!!!!!!
Aqui debemos sumar al MALTRATO , ACOSO, PRESION, ABANDONO BURLA,DIFAMACION, ect ; institucional, socio-político y sanitario. Tambíen administrativo y/o de centros valoracion de MINUSVALIAS -DISCAPACIDAD-DEPENDENCIA, ECT . Añadiendo el familiar (CERCANO Y LEJANO), laboral (para quien pueda continuar), perosnal,ect.
Te has dejado el maltrato judicial,porque muchos casos graves,de personas totalmente incapacitadas y dependientes de otros, (de esas de cama 22 horas al día)y sin fuerzas ni para que las
acompanen al médico,
han visto rechazada la petición de incapacidad laboral,en primera y segunda instancia. Y se quedan sin ingresos después de trabajar 20,25 o 30 años
Por no incluir también la falta de seriedad y rigurosidad en el 98% de artículos que salen en prensa,que achacan el SFC aL estrés.
Este artículo no era sobre la justicia, precisamente es en respueta al artículo supuestamente «cientifico» realizado por psicologos y que está enlazado en mi post. Los responsables de las actuaciones judiciales es de los que asesoran al sistema y ellos son los actores colegiados de la estructura sanitara «supuestamente conocedores del tema» y saseres de los juristas y políticos.
Robert,yo me refería aL comentario de Ramonet,no al tuyo.Por otro lado me siento tremendamente reconfortada que califiques la actuación sanitaria de perversa e ignorante (una presunta ignorancia buscada y fomentada,con lo cual ya deja de ser ignorancia para pasar a ser mala fe,mala praxis médica consciente).
Como ciudadanos que estamos pagando continuamente impuestos para tener unos servicios(cada día menos y peores),debemos exigir seriedad,responsabilidad,y buena utilización de los recursos,sobre todo en los sanitarios.No podemos permitir que,en lugar de aliviarnos,nos causen más daño,y,como tú muy bien dices,se estigmatice a los enfermos y se les acuse de autoprovocarse L enfermedad.Algo que no se hace aL resto de enfermos,algunos de los cuales sí han enfermado por conductas poco saludables.
Resultan deprimentes las palabras pronunciadas,y recogidas en los medios,de un «presunto experto de alto nivel»,negando la validez del reciente estudio analítico de muestras de sangre de afectados,así como anteriormente de la efectividad del fármaco que curó,por primera vez,a varios pacientes noruegos.Si esos son los expertos,mejor que se dediquen a otra cosa.No son más que»pals a les rodes»,o sea,palos en las ruedas para impedir que el carro avance.
Tranqui-la Estrella, no m’ho hi pres gens personal el comentari, tan sols hi volgut clarificar que no m’hi posat amb el poder judicial, per la raó esmentada i perquè entenc que els jutges no en saben de aquestes malalties i l’informacio que reben si es confusa i malmesa ells també son víctimes de la distorsió informativa sobre aquestes malalties. Qui te veritable responsabilitat es que te la capacitat d’informar i formar i es l’estament mèdic, apart dels responsables de la política sanitària, que son precisament metges també.
NADIE PODRIA HABERLO DEFINIDO MAS CLARO Y CONCISO, EN MI CASO TENGO FECHA PREVISTA DE JUICIO PARA DICIEMBRE DE 2014. MIENTRAS TANTO SIGO TRABAJANDO COMO PUEDO, LA MITAD DE LOS DIAS LIMITADA DE FORMA SEVERA SOBRE TODO A NIVEL COGNITIVO, QUE EN MI CASO ES LO MAS IMPORTANTE, TRABAJO EN UN BANCO………..DEL RESTO MEJOR NO HABLAR. EL TRIBUNAL ME DIO EL ALTA, APTA PARA EL TRABAJO. PUNTO.
YO HE PASADO ESAS 5 FASES DE DISTRESS Y SON CALCADAS, ESTA BIEN HECHO EL ESTUDIO, QUE PENA QUE NO QUIERAN ESCUCHARNOS.
YO SIGO LUCHANDO, NO PUEDO REGALAR 38 AÑOS DE TRABAJO Y COTIZACION.
Gracias Robert por este blog. Es de los pocos «rinconcitos virtuales» donde encontrar empatía (que ya es mucho) y consuelo…incluso esperanza.
Un abrazo a todos.
Imma.
Completamente de acuerdo.
Un saludo.
Robert, con tu permiso, voy a «darle la vuelta a la tortilla». Pensemos más allá de lo perverso que resulta este estudio que enlazas (por cierto, leyéndolo reconozco que la palabra perverso se me quedó corta). ¿Qué siginifica que estén «estudiando» la simulación para «protocolarizar» la detección de presuntos simuladores en las valoraciones de incapacidad? Superado el impacto inicial al leer este estudio -cuando creemos estar curados de espantos siempre logran sorprendernos con algo nuevo- lo que más me llama la atención es que detrás de este estudio esté la intención de «protocolarizar» la detección de simulación en la valoración de incapacidad, cuando todavía no han protocolarizado la propia valoración de incapacidad en base a la verdadera naturaleza de esta enfermedad y a los últimos avances científicos.
Si pensamos desde la otra parte, resulta muy revelador que se estén preocupando por la detección de simuladores en la valoración de incapacidad cuando ni tan siquiera han dado el paso de reconocer esta enfermedad como incapacitante y cuando a los enfermos se les están negando incluso las bajas, obligándolos a reincorporarse sí o sí a sus puestos de trabajos.
Como digo, para mí, más allá de lo perverso que resulta hacia el enfermo, leyendo entre líneas, destacaría que entraña el reconocimiento implícito de una política negligente: en una enfermedad como esta, que no se enseña en las facultades de medicina más allá de nociones arcaicas, ignorando todos los avances científicos de las últimas décadas; que muchos médicos todavía niegan a la cara de los pacientes y que no está siendo reconocida como incapacitante ni por los tribunales médicos ni por la mayoría de los tribunales de justicia, ¿por qué les habría de preocupar la valoración de sospecha de simulación?
En este afán por negar la realidad de estos enfermos y su incapacidad, han querido ir tan lejos, que se han delatado: este estudio confirma que esta enfermedad sí es incapacitante, pues de lo contrario ¿qué sentido tendría detectar a los simuladores? Por lo tanto, a los primeros que pone en cuestión es a los médicos que la niegan, a la falta de asistencia sanitaria adecuada y acorde a la verdadera naturaleza de esta enfermedad, a los tribunales médicos y de justicia… Por eso digo que para mi la palabra «perverso» se queda corta y soy incapaz de hallar un calificativo «publicable» pues, en definitva, ¿de qué están hablando? ¿de hallar simuladores dentro de un colectivo de enfermos que está siendo negado y discriminado en todo su conjunto? Es tan tan absurdo que no sólo evidencia las malas intenciones contra estos enfermos, sino que pone en evidencia la historia de maltrato contra este colectivo, tanto por la falta de asistencia adecuada, como por la negación sistemática de incapacidades.
Atentos a un importante estudio a punto de salir del doctor Pridgen de USA,con un tratamiento efectivo para la FM,y posiblemente el SFC y otras enfermedades,a base de la combinación de dos antivirales.Los resultados se anuncian como prometedores.Se esperan dentro de menos de un mes.
Se me olvidó mencionar que creen que el culpable es el herpes virus simples.