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Bisfenol A, Calidad de vida, Disfunción inmunologica, Disruptores endocrinos, medicina ambiental
Ya no se trata de teorizar sobre los conflictos de tóxicos medioambientales, se trata de ser prácticos y coherentes cambiando los hábitos de vida.
El uso y abuso de substancias potencialmente tóxicas, ha potenciado la aparición de las denominadas enfermedades medioambientales. Es una realidad que pretende esconderse por intereses económicos-industriales de las grandes multinacionales.
Se han utilizado más de 172 millones de kilos de pesticidas en los últimos años, solo en Estados Unidos de América.
En España, un estudio de la universidad de Elche afirma que los últimos 25 Km del rio Segura, contiene el triple de Cadmio de lo autorizado por la OMS.
La contaminación del Ebro muestra la evidencia de disruptores endocrinos. Se han investigado alteraciones en el sistema endocrino de carpas (Cyprinus carpio) tomadas en el tramo medio-bajo del río Ebro en zonas donde predominan aportes industriales, urbanos y agrícolas, y en zonas de referencia. La determinación de vitelogenina (VTG) en plasma, detectada en 4 de los 6 machos capturados aguas abajo de la depuradora de Zaragoza confirma la existencia de efectos estrogénicos. Estos machos también presentaron índices gonadosomáticos (GSI) bajos, niveles de testosterona plasmática reducidos y alteraciones histopatológicas en gónadas, junto con unos niveles altos de alquilfenoles en bilis, lo que indica una reciente exposición a este tipo de compuestos procedentes de los vertidos efectuados por la planta depuradora. Los machos capturados en Flix. La elevada exposición a alquilfenoles, presentada por estas carpas, junto con altos niveles de Hg, PCBs y DDTs (procedentes de la industria del cloro) son responsables de las alteraciones descritas.
El abuso de aditivos, para aumentar el sabor y mantener los alimentos son más de 1.500, desconociéndose las consecuencias de mezclarse a bajas dosis. Existen más de 82.000 productos utilizados en el cuidado personal. Según un estudio realizado en EEUU de América, los califican de productos industriales tóxicos y cancerígenos.
Recientemente la OMS declara determinados pesticidas, altamente utilizados, como cancerígenos (glifosato, diazinón, malation, tetraclorvinfos y paratión)
Todo ello aboga por la necesidad de una medicina ambiental e investigar sobre el principio de precaución, aplicarlo e investigar el modo de desoxidación más eficaz, según las afectaciones.
La medicina ambiental se define como aquella disciplina que aboga por la prevención y cuidado del ser humano ante las reacciones adversas que producen tanto los tóxicos contenidos en el aire, alimentos y agua, así como aquellos que se producen en las propias relaciones humanas, los cuales afectan no solo al ser humano a nivel físico y psíquico, sino también al medio en que él se relaciona.
Son muchas las enfermedades que se están relacionando con el medioambiente por implicación de tóxicos, entre otras:
- Fibromialgia
- Encefalitis miálgica/síndrome de fatiga crónica
- Sensibilidad química
- Electrohipersensibilidad
- Enfermedad de Parkinson
- Enfermedad de Alzheimer
- Cancer
- Epilépsia
- Asma
- Linfoma no Hodgkiniano
- Cáncer de próstata
- Cáncer de pulmón
- Hiperactividad
- Daños en los cromosomas y/o en el ADN
El Dr. Nicolas Olea, catedrático de la Universidad de Granada, es un gran divulgador de los conflictos que generan los tóxicos medioambientales.
Que mejor poder escuchar sus ilustres argumentaciones, para que iniciemos una reflexión de las causas y efectos de lo que pretenden negarnos.
Tóxicos cotidianos ignorados, causantes de muchas enfermedades graves
Disruptores endocrinos
Muchas gracias por otro artículo Robert. Se agradece que aparte de todas las investigaciones inmunológicas que son imprescindibles, haya gente que hagáis mucho hincapié en la importancia de nuestra relación con el medio ambiente y abogueis por una medicina ambiental. Está claro que nuestros padecimientos son trastornos medioambientales y producto de nuestra relación con el medio, en su sentido más amplio. Todo suma, e independientemente del origen concreto que pueda tener en una persona el desencadenamiento del Sìndrome, bien sea biológico (virus, bacterias, hongos, etcétera), químico (por intoxicación aguda o crónica), físico (como radiaciones electromagnéticas), una vez instaurado el proceso es importante tener en cuenta e intervenir en todos los ámbitos de nuestra relación con el medio ambiente (biológica, química, física, emocional, social, etcétera) y los tóxicos son uno de los aspectos más importantes. Soy uno de los enfermos convencido de que, para curarse (o, al menos, mejorar), independientemente de que tu padecimiento sea un SFC o una FM (y no una SQM o un EHS), es importante disminuir la carga tóxica y el nivel de stress oxidativo del cuerpo. El Control Ambiental es imprescindible para todos aquellos que sufrimos de algún SSC. Hay que empezar a tomar verdadera conciencia de los alimentos que ingerimos, el agua que bebemos, el aire que respiramos, incluso de quién nos rodeamos. De nada sirve buscar «parches» cuando, por otro lado, estamos buscando de manera inconsciente que esos parches acaben reventando. Como siempre un placer leerte y como siempre un placer escuchar a una eminencia como el Doctor Olea. Ojalá llegue el día en el que todo el mundo se conciencie de los problemas de no cuidar nuestro entorno. Ojalá sea a tiempo. Ojalá no «nos cuelen» el TTIP. Ojalá algún día la gente abra los ojos y vea quien son Monsanto, Dupont, Bayer, etcétera, etcétera.
Mientras tanto, muchas gracias por difundir un mensaje que es vital para todos los que padecemos SSC y que, desgraciadamente, no es tan generalizado como debería….
Juan
No entiendo porque dice Juan que ‘para curarse (o, al menos mejorar) independientemente de que tu padecimiento sea un SFC o una FM (y no una SQM o un EHS)’ es importante disminuir la carga tóxica y el nivel de estrés oxidativo del cuerpo’ si la SQM y el EHS también son SSC y el resultado de una ‘carga toxica’ excesiva. ???
Lo siento Therese, igual estaba «espeso» al explicarme y no lo hice con claridad. Me refiero a que, en casos de SQM o EHS, está MUY clara la relación directa con los insultos medioambientales (bien sean químicos, bien electromagnéticos) y casi ningún experto médico (o «experto», dependiendo del caso), niega que haya que disminuir la carga tóxica y adoptar como medida principal pautas de control ambiental estricto, así como desarrollar conductas evitativas sobre los agentes desencadenantes. Lo que me refiero es justo a lo contrario. En los casos de FM o SFC, sigue habiendo «profesionales» (y, a estos si que los pongo todos entre comillas) que no recomiendan a sus pacientes tener en cuenta los insultos ambientales y seguir un control ambiental estricto (p.e. en un caso que consideren SFC post-viral o a un SFC por Borreliosis, se dedican a tratar lo que consideran la «causa directa», sin considerar al cuerpo «un todo», el cual necesita de un correcto equilibro con el medio ambiente para curarse y no sólo un tto.retroviral o antibiótico) y creo que para todos los afectados de cualquier SSC, independientemente de la causa, es imprescindible seguir pautas ambientales que ayuden a disminuir la carga tóxica total. Espero haberme explicado un poco mejor y siento la confusión que he podido crear.
Un saludo,