Existe un proceso tóxico causado por las relaciones sociales y familiares, que también inciden en la salud. Estos procesos, inicialmente mentales, tambien causan alteraciones en la propia bioquímica del individuo.
Lo que pensamos, las emociones que percibimos y lo que sentimos. Aquello que consideramos y denominamos actividades puramente cerebrales, actividades mentales etc, etc. y que en la mayoría de las ocasiones desprestigiamos por la visión mecanicista del organismo, en la que se considera que aquello que no es medible y cuantificable no existe, debe cuestionarse y considerarse como altamente incidente en el campo de la salud.
Existe una joven disciplina médica, la psiconeuroinmunologia, que inicia sus escarceos en este campo y que puede complementar a la visión medioambientalista de las afectaciones de las SSC y otras patologias atribuibles a causas medioambientales
La psiconeuroinmunologia, estudia la interrelación entre el cuerpo y la mente.
El hecho de que existan personas que inciden negativamente a nivel emocional, es aceptado por múltiples estudios como causa de muchas enfermedades, pese a que aún se cuestionen, por el momento, pese a los estudios en los que se relacionan alteraciones en las sinapsis neuronales, como inicio de una cascada de problemas que se plantean a nivel emocional, cuando se está sometido a determinados estímulos (imágenes, sonidos, recuerdos, memorias, ideas, altercados, etc.), y se generan pensamientos (alegría, tristeza, destructivos, de crítica, etc., etc.). Pensamientos que inciden en las respuestas bioquímicas de determinadas glándulas del sistema nervioso central inicialmente y posteriormente, bajo su influencia, alteran las respuestas de otras glándulas, concatenando un efecto dómino en todo el organismo.
La incidencia de nuestras emociones en el Hipotálamo y otras glándulas del sistema nervioso central, tambien inciden en el sistema periférico y en los órganos con un efecto dominó al propagarse mediante el sistema circulatorio a otras glándulas de secreción interna.
Dependiendo de la causa que origina dicha estimulación, podemos responder con estrés o relajación.
La acción sobre el hipotálamo, al margen de los procesos hormonales, también tiene incidencia en el equilibrio y balance homeostático
En el caso de que unas circunstancias nos aporten una situación de estrés continuado y patológico (distres), nuestros órganos dejan de funcionar con normalidad y nuestra actividad nerviosa se colapsa, alterando la relación entre determinados sistemas, como el respiratorio, el circulatorio, el renal, el digestivo con sus órganos adyacentes, inmunológico, etc. Alterando la producción, entre otros del Cortisol, de la Serotonina y de la Dopamina, lo que se traduce en una alteración añadida de cambios de ánimo (depresión, mal humor, angustia, etc. etc.) que se incrementan y intentan justificar a modo de tapadera el problema.
Un ejemplo:
La acción sobre las glándulas suprarrenales hace que aumente el cortisol a altas dosis, si se mantiene durante un tiempo elevado, comporta una serie de efectos nocivos, de los que se destacan:
- Elevación de la presión sanguínea
- Dificultad y disminución de la memoria y del aprendizaje
- Aumento de la tasa de glucosa en sangre
- Incremento de las enfermedades cardiovasculares
- Alteraciones en el ritmo cardiaco
- Conflictos en el sistema digestivo
- Dificultad en la absorción de minerales y de iones
- Disminución de la capacidad de recuperación celular
- Aceleración del envejecimiento
- Cicatrización más lentas de las heridas y disminución de la capacidad de reparación ósea
- Alteraciones inmunológicas y reducción del número de anticuerpos
- Disminución de la concentración en sangre de células inmunitarias
- incremento de muerte en células cerebrales
- Reducción de la masa muscular
- Aumento del depósito de grasa en cintura y caderas
- Menor reparación celular de la piel
- Incremento de la posibilidad de contraer osteoporosis.
En el caso de las afectaciones de SSC, para pautar un proceso terapeútico, es un punto a tener en cuenta, para trazar líneas de actuación eficaces. No basta en mirar los tóxicos medioambientales, laborales, nutricionales, etc. etc.
Pueden existir relaciones tóxicas, en el trabajo, familiares, con los hijos y en la propia pareja. Relaciones que en muchas ocasiones pueden pasar desapercibidas, al justificarse todo en relación a la propia enfermedad (percepciones de rabia, tristeza, depresión, pena, crisis de angustia etc. etc.), haciendo de ella un escudo que oculta daños mayores.
Plantearse y cuestionarse la relación de pareja, familia, laboral etc. no es una exageración, pues, de existir, es una base para solucionar en parte el problema.
Entendiendo la acción de los pensamientos sobre el sistema hormonal, respiratorio, digestivo etc. etc, podemos comprender que no todo puede solucionarse con unos comprimidos o una fitoterápia, hay ocasiones que se requiere, al margen de tratamientos farmacéuticos y/o naturopáticos, de otras terapias que incidan en el pensamiento y aporten formas distintas para aceptar y afrontar la realidad.
También los pensamientos actúan como toxinas, por lo que es necesario que estemos atentos a los mismos y no todo lo
justifiquemos por la enfermedad.
Para evitar estas situaciones, necesitamos identificar el problema y buscar soluciones.
En muchas ocasiones, podemos estar sometidos a un dominio y control por parte de nuestras parejas, hijos, familiares etc. Es la base de las relaciones tóxicas, una verdadera forma de control de la voluntad y anulación de la personalidad, en la que quien lo sufre le pasa, mayoritariamente, desapercibido.
Existen unas formas de identificación de estas situaciones de violencia sutil, la cual no suele ser percibida por quien la recibe, al no existir violencia física:
- Sentimientos de ansiedad, miedo y estrés por otras personas, que se transmite en el cuerpo en forma de dolores físicos y síntomas multiorgánicos
- Necesidad de estar en soledad, para recuperarse en parte
- Sentirse agobiado e infeliz ante visitas y multitudes
- Dificultad en el manejo de cargas emocionales
- Depender de la afirmación y consentimiento de la otra persona
- Necesidad de agradar para ser acogido
- No recibir estímulos positivos y de agrado ante las actividades que desempeñas
- La crítica negativa, constante, en la que te hace sentir inútil
- Percibir sensaciones contradictorias de miedo y ayuda, ante la otra persona, al estar sometida a juegos mentales e ironías que confunden
- Estar sometido a un aislamiento que restringen las relaciones familiares, de amistades, etc.
- Estar sometido a actos de intimidación, mediante miradas, desprecios emocionales, denigraciones intelectuales, denigraciones de roles familiares, en los que se buscan sentimientos de culpabilidad.
En muchas ocasiones, si no se encuentras soluciones que corrijan las percepciones recibidas, requiere de decisiones más heroicas, como puede ser la separación temporal y/o el divorcio, como inicio imprescindible de un proceso terapéutico.
Es conveniente ser prudentes con este tipo de aproximaciones psicologicistas , con frecuencia simplificadoras y faltas de sustento científico ; que pueden dar pie a creencias de tipo mágico o la negación de esos factores ambientales , genéticos y bioquímicos que sí está demostrado tienen una incidencia causal en la salud .
Tienes toda la razón, pero este tema en cuestión, si existe evidencia científica que relaciona estados emocionales con respuestas de distrés que concatenan alteraciones bioquímicas no es hablar de magias o ciencias fantasmas.
Suelo estudiar y contrastar los temas antes de escribirlos, pues soy profesional de la salud formado bajo el principio de la evidencia científica.
Hablar y valorar relaciones tóxicas como un origen mas de afectaciones bioquimicas no negar otras causas medioambientales ni nutricionales, solo es un elemento más á considerar. Existen trabajos realizados mediante gamma grafía renal, en los que aplicando situaciones de estrés al estudio, se observa una alteración en el filtrado glomerular.
Podria poner más ejemplos, solo pienso que entre lo que comentas y lo que expresa el artículo, no existe una relación coherente, pues en ningún momento insinuó como acción única la psicoinmunologia, es un factor más á tener en cuenta. Por cierto la psicoinmunologia es ciencia médica, colegiada y reconocida acadèmicamente como un avance de la nmedicina del futuro.
Hola, muy interesante y desde luego estoy de acuerdo en que el estrés, del origen que sea, causa una respuesta oxidativo y de inflamación en todas partes del organismo causando daños y disfunciones.
Pienso que el aspecto psicológica es siempre importante para tener en cuenta y desde luego que lo son todas las causas que inciden en éste. Hay un cóctel de incitantes al estrés hoy en día y si sabemos reconocer las causas de los factores de estrés medioambiental, como desintoxcarnos y prevenir la acumulación de estos estresores tóxicos en el organismo, con el ‘apoyo’ necesario (desgraciadamente es éste el que nos falta!), también, considerando las causas, podemos desintoxicarnos del estrés psicológica CON EL APOYO NECESARIO.
Desde luego parece una tontería pensar en que vino primero la gallina o el huevo en este proceso pero entiendo que habría que trabajar en reconocer y eliminar todos los estresores, de mayor a menor, en la medida que esta afectado e intoxicado cada uno. Desde luego que mucho mejor si lo abarcamos desde una perspectiva holistica pero sin olvidarnos nunca del ‘principal causa’ del estrés y distress del organismo.
Nuestra situación de abandono en las SSC y la falta de APOYO necesario (físico, emocional y mental) resulta en todo este tipo de estrés psicológico que menciona en este articulo causando este estado de psicoinmunologia. No sé lo de «científicamente» pero desde luego me identifico con la mayoría de los sentimientos y situaciones de su lista de ‘formas de identificar’ estás, como me imagino que también muchos mas afectados.
Esto es una reflexión, no pretendo ‘justificarlo todo con mi enfermedad’ pero creo que todo depende desde donde vemos las cosas, o sea la perspectiva.
En fin, me parece que la FALTA de RECONOCIMIENTO y APOYOS NECESARIOS ante los SSC (igual que con el maltrato psicológico) causan estos estados de psicoinmunologia.
Lo contrarío lo entiendo como los animales en los zoo, antes sufrían muchos mas disfunciones inmunológicas y enfermedades mentales pero al cambiar el trato y proporcionarles con unos medio ambientes mas ‘naturales’ (RECONOCIMIENTO, APOYO y PREVENCION) son mas felices y sanos (físico y mentalmente), como creo que lo seríamos todos!
Desgraciadamente es mucho mas inevitable el ‘mal trato’ cuando es institucional y social ¿Debemos divorciarnos o separarnos de los gobiernos, las instituciones o la sociedad por ‘maltratarnos’ así? ¿Podemos?
Si ‘la familia’ es el único ‘apoyo’ que nos queda, y ‘sufren’ estas situaciones de estrés y distress también, junto a nosotros y por nosotros, (y siempre que no existe una situación claro de maltrato en ésta) la ‘relación toxica’ es por un factor de estrés ‘ajeno’ y no sería justo ‘culpabilizar’ a los familiares de ello ya que ellos tampoco reciben el APOYO necesario para aprender a sobrevivir esta situación muchas veces insostenible.
Un abrazo Reiki a todos♡
Querido Robert , yo no cuestiono el valor de estas aproximaciones psicologicistas . Pero si de rigor científico se trata acordarás conmigo que no pasan de la categoría de hipótesis o teorías , que desgraciadamente son utilizadas por «chamanes» y «psicomagos» para vender curas milagrosas -se que no es tu caso- y por la industria química para negar la sensibilidad química múltiple . No , a pesar de la influencia de la mente -y otro tema es cómo abordar esa perspectiva sin caer en el cliché de el otro me contagia con sus emociones tóxicas- la SQM y los SSC no tienen un causa psicológica y su solución no es psicológica .
En ningún momento, en mi artículo niega la realidad de los tóxicos como causa de las SSC. Precisamente con esta base y procesos de tóxica dores se basa el protocolo EQUILIBRIUM.que he puesto en marcha con resultados excelentes.
Si revisas bien mi artículo, no se habla de chamanes ni similares, habla de unas bases científicas descritas por una nueva especialidad de la medicina, la neuroinmunomedicina. Existen unos procesos tóxicos generados tambien por causas psicoemocionales,que repercuten bioquímicamente en los organismos. Es una realidad científica y descrita.
En un próximo post enlazará el documento del colegio de médicos en que se reconoce la nueva especialidad en la que se únen diversas disciplinas .
Un cordial saludo
Gracias !!
Estoy de acuerdo con lo que dices y es por experiencia propia, yo dedique todos los esfuerzos a curarme físicamente y fui mejorando, pero a nivel emocional había conflictos… según los voy resolviendo me voy encontrando mejor. Yo no lo veo simplista ni descabellado, lo que veo es que somos mas que «cuerpo físico» y no podemos separar una cosa de la otra, tenemos que tratarlo todo en conjunto (para cualquier enfermedad). Desde hace años todo el interés en todos los ámbitos es solo el material y así nos va…. Un abrazo y muchas gracias por tu labor que es y va a ser de gran ayuda, todo mi apoyo
Robert:
Muchas gracias por ayudar a divulgar la EXISTENCIA REAL no imaginaria, de los diferentes Síndromes de Sensibilización Central
Estoy totalmente de acuerdo contigo
No hay duda de que los tóxicos ambientales dañan todas y cada una de las células de nuestro cuerpo, y que esos daños se agravan como consecuencia de las toxinas (endógenas) que se producen como consecuencia de alteraciones emocionales, e interfieren con todos los procesos físico químicos que se producen en nuestro organismo, incluida la DESINTOXICACIÓN, y de los que depende nuestra SALUD y nuestra VIDA,
Haz clic para acceder a un021g.pdf
Gracias por el artículo adjuntado.
Interesante artículo sobre la toxicidad. Creo que suma y no resta credibilidad a la influencia de la toxicidad ambiental en los SSC.
Y suscribo y APOYO rotundamente lo expuesto en el comentario de Therese.
Gracias por haber explicado con esa precisión la realidad que vivimos las y los afectad@s por esos síndromes; se podrá decir más alto pero no más CLARO.
Creo que es esa FALTA DE APOYO INSTITUCIONAL a la que te refieres la MAYOR FUENTE de ESTRÉS que estamos padeciendo y de las consecuencias del mismo podemos remitirnos al artículo de Robert.
Y es ahí, a nivel institucional y asistencial donde mayormente nos encontramos visiones con aproximaciones psicologicistas, simplificadoras y con falta de sustento científico, agravado este hecho por proceder de estamentos que «dicen» basarse en la evidencia científica y que como la mayoría sospechamos y estamos comprobando obedecen simple y llanamente a razones puramente económicas.
Eso si, sin olvidar y agradecer el trabajo de profesionales que los hay y que como Robert siguen trabajando para visualizar y dignificar el día a día de l@s afectad@s por estos síndromes.
Y también suscribo Therese el reconocimiento que haces del apoyo recibido de la familia, que junto a nosotros también padece y sufre la impotencia de no saber como acompañarnos y eso sin quitar valor a lo expuesto en el artículo sobre las relaciones tóxicas y la necesidad de trabajar para mejorarlas si es posible o evitarlas sino lo fuera.
Gracias Robert por trabajar en esto y posibilitar este espacio de expresión.