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Esta demostrado que los trastornos adaptativos, generan un sentimiento de impotencia que generan signos ansiedad.
Los afectados por enfermedades de Sensibilización Central SSC, están sometidos a unos niveles de estrés constante ante la impotencia de ser y sentirse tratados como enfermos, hecho que incide en su salud por encima de lo que pudiera incidir su deterioro biológico como en la mayoría de las enfermedades cónicas incapacitantes. A este hecho hay que añadir la relación de dicha patología con la deficiencia del eje HHA y alteración de determinados neurotransmisores.
El mecanismo, principal, biológico del estrés es el eje hipotálamo-hipofisario (HHA), que involucra una serie de estructuras como el Hipotálamo, la hipófisis, la corteza de las glándulas suprarrenales y mecanismos hormonales
El estrés, en si es una respuesta biológica, no específica, que realiza el organismo ante una demanda exterior, suele ser un elemento del medioambiente que nos pone en algún riesgo. Este sistema de alerta nos prepara bien para enfrentarnos o bien para huir.
Este proceso natural, defensivo, puede hacerse crónico si la situación perjudicial para el organismo se mantiene.
Esto es lo que les ocurre a los afectados por enfermedades de SSC, pasan del Estrés al Distrés.
No hay que confundir el distrés que padecen los afectados de SSC con el “estrés pos-traumático” como mucha gente confunde, son conceptos muy diferentes
Los afectados por patologías de SSC, ante la complejidad y desconocimiento de las mismas no se sienten, de hecho no lo están, bien atendidos, mayoritariamente, ni por los profesionales ni por el sistema de salud.
Esta situación hace que exista una situación constante y sumatoria de “imputs” que provocan un paso del estrés al distrés y su perpetuación como:
· Estado anímico deteriorado y limitado
· Percepción de enfermedad con limitación y dependencia
· Falta de atención adecuada y con respuestas
· Desatención del sistema de protección sanitaria y social
· Conflictos Laborales
· Conflictos Sociales
· Conflictos Familiares y de pareja
· Conflictos económicos y dependencia
Toda esta situación genera un círculo que se va retroalimentando y es el origen de las muestras depresivas que muchos afectados manifiestan.
Ante esta situación es fácil comprender las causas secundarias que deprimen a los afectados. Causas que otorgan los suficientes motivos por lo que de un modo inicial, puedan mostrar una dificultad y/o negación a emprender una actividad o un acto, puesto que su organismo ha aprendido el coste que ello representa.
Nadie ha planteado, ni ha informado que existe la posibilidad de realizar un aprendizaje tanto individual como familiar y social del problema. Solo se les otorga una posibilidad, mediante terapias conductuales, de sentirse culpables de su situación y autocastigarse con la famosa “goma de pollo”.
Por este motivo, ante la indefensión real que viven, no solo la perciben, las respuestas adaptativas de la mayoría de afectados, suelen ser la de pasividad y renuncia a afrontar el problema.
Este es el mecanismo de sumisión ante la impotencia de una agresión constante, lo mismo que ocurre cuando una persona o un colectivo le hacen aprender que haga lo que haga, siempre ocurrirá lo mismo. Es una forma de alienación y sumisión psicológica con y para control social, por la cual los individuos no se rebelan.
Esta situación hace que los pocos que se rebelan y que no son “captados” por el sistema, sean vistos por la mayoría como personas revolucionarias o extravagantes, puesto que ni reflexionan sobre sus postulados ni les siguen, ya que la inseguridad y el miedo les hacen ser dependientes de quienes ostentan el “poder”. Es la base por la que hace comprender que una población aplaude a un dictador, pese a que se sientan perjudicados y que pierden su dignidad.
El modelo sanitario actual, está en declive. El declive de la mayoría del modelo es debido a que ha “olvidado” el principio básico de la medicina, el de no dañar. Centrándose en la enfermedad y en el mercado de los medicamentos, en vez de en la salud y la prevención.
Nada tiene que ver con la justificación de “paciente informado”, un profesional, una profesión, pierde autoridad en la materia cuando no sabe ofrecer respuestas, cuidados efectivos y resultados
El avance de la tecnologías ajenas a la medicina ha incidido en algunas de las intervenciones y detecciones sobre la salud permitiendo dar nomenclaturas a las enfermedades, pero no se ha encaminado hacia la prevención y la visión holística del ser y del equilibrio del medio tanto intracelular como ambiental.
Esta situación solo beneficia a determinados intereses y va en contra de la humanidad, pero el estado de dominio, dependencia y miedo hace que sea aceptada por la mayoría, con resignación, ante un sistema financiero e industrial depredador.
La sanidad de las mutuas privadas no atenderá a los afectados por SSC y la sanidad pública esta siendo devastada.
Existen soluciones que pueden favorecer una mejor calidad de vida a los afectados, soluciones que no benefician a la industria farmacéutica, alimentaria, ni a otras ramas de la industria contaminante.
El principio de prevención es básico.
Sabemos que el tracto digestivo, así como sistema inmunológico se ve afectado. Existe una relación intima entre ellos, que a modo de fichas de dominó van afectando a otros órganos más bien por contaminación y alteración del medio celular que por deterioro celular. Todas estas causas hacen que el organismo presente manifestaciones oscilantes a diferentes niveles, lo que denominaremos superposiciones multiorgánicas.
Iniciemos, un control de lo que comemos para una mejor recuperación.
De nuestras exposiciones a los tóxicos ambientales, pese el interés industrial de vender a cualquier precio, hay que reflexionar “Un domicilio, una oficina, una tienda no requiere de tantos productos de limpieza ni aromatizantes”.
Cuidemos nuestra salud mediante el ejercicio moderado, pero diario, una nutrición no industrializada ni de precocinados.
Hagamos actividades que nos gusten y démonos un tiempo para pensar, meditar y convivir, es decir aprendamos a vivir de otro modo.
ESTRAORDINARIO, una vez más, nadie puede describir mejor la realidad de los MILLONES enfermos SSC en este país. Mostrando a la luz el SSC.CIDIO al cual nos avocan..Tus escritos pedagogicos, …YA deberian CONSTAR en DOCENCIA SANITARIA o revistas de médicina. Pero eso es mucho pedir, en un país o mundo gobernado por LA FALSEDAD Y LOS LOBBYS DEL PODER Y DEL MIEDO.
Termino….
felicitando a los enfermos de la TALIDOMINA ( más vale tarde y poco que nunca). La DRA. que consiguió se prohibiese talidomina avisando a las autoridades sanitarias americanas sobre sus peligros… fue constantemente amenazada (incluso de muerte), Años más tarde el presidente Kennedy LA CONDECORÓ porque su investigacion evitó millones de enfermos más.. Eso no impidió que el producto se siguiese vendiendo en Alemania y tras prohibirlo CONTINUASE en Francia y España.
Anna ED18 de noviembre de 2012 09:57
La hoja de ruta de una afectado de SFC es de prueba-error. Una continua improvisación. La buena voluntad no sirve frente a la ignorancia en este laberinto que nos ha tocado vivir. Si el enfermo no se pierde en el camino al diagnóstico reconocido, entre cócteles de químicos propios de la psiquiatría contra el insomnio,la depresión o la ansiedad (lógicamente asociados a esta vida)… es por milagro.
Todos los síntomas de esta enfermedad expresan un desorden global del sistema nervioso, claramente. En el hecho de que haya tantos síntomas divergentes radica la convergencia que lleva al diagnóstico… es la lógica pura. Se trata de un fallo del sistema, continuado y sostenido con diferentes picos o valles en función de factores vitales, ambientales o emocionales. No soy médico pero la conozco bien. Está 24/7 conmigo!
Me gustaría incidir en un punto tan propio de nuestra sociedad como la estigmatización de los procesos mentales. Si una persona tiene diabetes, el problema esta ahí. Puedo ver el índice glucémico. Ergo, lo creo.
Si un enfermo de SFC vive hundido en la depresión o la ansiedad por sufrir cada día un impedimento nuevo o de nuevo el mismo impedimento -tan típica situación, verdad compañeros de fatiga?- parece que tenga que ver con la actitud. Vamos que es cuestión de echarle narices… Pues no es cierto. Como decía: en SFC, la intención no es lo que cuenta.
No poder hablar con claridad, no ser comprendido por nadie representa una situación agotadora y recurrente, de verdad. Plantea tener que hacer acto de fe con cada quien que te encuentras en el camino.
Cuando es el propio enfermo quien quisiera no tener que creerlo. Menudo castigo vivir así!
Hay tan poca transparencia, tan poca bata blanca que se acerque con seriedad a los enfermos de SFC. Ni siquiera con curiosidad médica o vocación asistencial. Tan poca visibilidad…
Afortunadamente no todos sois así. Gracias por existir ASSEM. Y a quienes leéis esto y sufrís el SFC, no os sintáis culpables o perdidos por estar enfermos de una enfermedad que nadie entiende.
Son los tiempos que nos ha tocado vivir. Nuestra generación ya está tocada y muchos médicos que os tratan simplemente NO SABEN. Lo triste es que sus egos les impiden reconocer que son limitados y deben acercarse de otro modo a una realidad que les supera.
Hagamos por vivir lo más felices que podamos, lo más cómodos que consigamos con nuestro cuerpo y mente.
Ojalá se descubra un patrón claro de SFC a través del estudio para poder ayudar a generaciones venideras. Seria el auténtico regalo!
saludos y ánimo a tod@s A. Barcelona
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Anónimo21 de noviembre de 2012 09:59
Poco que añadir a éstos dos brillantes comentarios. Deberíamos crear una escuela de IMpacientes que contrareste el despropósito caricaturesco y falaz de la escuela de pacientes.
Aunque de hecho, para mí, ASSSEM es ya ésta escuela. Nacida con el apoyo de todos, frente al sistema establecido y combatiendo la mentira sistemática, haciendo la labor que los médicos inútiles, incompetentes y corruptos deberían hacer. Buscando soluciones reales a enfermedades que son MUY reales.
Descansaría en paz viendo a los responsables médicos y políticos pagar en los tribunales su negligencia y maltrato pero eso es casi una utopía.
Mientras tanto, estar bien informados, buscar la verdad en nuestro sistema inmune y plantearnos tratamientos que los “especialistas” nos ocultan, es el mejor camino para recuperar la vida y el respeto que hemos perdido y nos siguen quitando.
Estos “especialistas” tienen los días contados para seguir haciendo su Agosto con nosotros a base de pruebas inútiles y afirmaciones terjiversadoras.
Por la libertad, por el respeto, por la verdad y por una futura cura. Gracias ASSSEM.
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Anna ED18 de noviembre de 2012 09:57
La hoja de ruta de una afectado de SFC es de prueba-error. Una continua improvisación. La buena voluntad no sirve frente a la ignorancia en este laberinto que nos ha tocado vivir. Si el enfermo no se pierde en el camino al diagnóstico reconocido, entre cócteles de químicos propios de la psiquiatría contra el insomnio,la depresión o la ansiedad (lógicamente asociados a esta vida)… es por milagro.
Todos los síntomas de esta enfermedad expresan un desorden global del sistema nervioso, claramente. En el hecho de que haya tantos síntomas divergentes radica la convergencia que lleva al diagnóstico… es la lógica pura. Se trata de un fallo del sistema, continuado y sostenido con diferentes picos o valles en función de factores vitales, ambientales o emocionales. No soy médico pero la conozco bien. Está 24/7 conmigo!
Me gustaría incidir en un punto tan propio de nuestra sociedad como la estigmatización de los procesos mentales. Si una persona tiene diabetes, el problema esta ahí. Puedo ver el índice glucémico. Ergo, lo creo.
Si un enfermo de SFC vive hundido en la depresión o la ansiedad por sufrir cada día un impedimento nuevo o de nuevo el mismo impedimento -tan típica situación, verdad compañeros de fatiga?- parece que tenga que ver con la actitud. Vamos que es cuestión de echarle narices… Pues no es cierto. Como decía: en SFC, la intención no es lo que cuenta.
No poder hablar con claridad, no ser comprendido por nadie representa una situación agotadora y recurrente, de verdad. Plantea tener que hacer acto de fe con cada quien que te encuentras en el camino.
Cuando es el propio enfermo quien quisiera no tener que creerlo. Menudo castigo vivir así!
Hay tan poca transparencia, tan poca bata blanca que se acerque con seriedad a los enfermos de SFC. Ni siquiera con curiosidad médica o vocación asistencial. Tan poca visibilidad…
Afortunadamente no todos sois así. Gracias por existir ASSEM. Y a quienes leéis esto y sufrís el SFC, no os sintáis culpables o perdidos por estar enfermos de una enfermedad que nadie entiende.
Son los tiempos que nos ha tocado vivir. Nuestra generación ya está tocada y muchos médicos que os tratan simplemente NO SABEN. Lo triste es que sus egos les impiden reconocer que son limitados y deben acercarse de otro modo a una realidad que les supera.
Hagamos por vivir lo más felices que podamos, lo más cómodos que consigamos con nuestro cuerpo y mente.
Ojalá se descubra un patrón claro de SFC a través del estudio para poder ayudar a generaciones venideras. Seria el auténtico regalo!
saludos y ánimo a tod@s A. Barcelona
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