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Hablar de las energías, es entrar en un campo extremadamente complejo, desconocido y embriagador que se nos ha ocultado a los simples humanos.
En la terminología académica, a la energía se la definen como “la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir cambios en sí mismos y en otros cuerpos”, es decir, la consideran como una capacidad de hacer funcionar cosas. Encontramos otra excepción como “capacidad y fuerza para actuar física y mentalmente” y este será nuestro referente.
Entrar en el mundo de las energías como terapia vibracional, implica varios conceptos a añadir, tales como la longitud de onda, la frecuencia, la intensidad, el periodo, la vibración y la resonancia con la que vamos a tratar mediante el color, el sonido, la forma, la voluntad y el amor.
La medicina vibratoria consiste en una serie de tratamientos basados en la premisa de que los seres vivos están formados por una serie de campos de energía interconectados, cuando estos campos se desequilibran aparecen los problemas de salud y requiere de un reequilibrio para conseguir nuevamente el bienestar y la Geometría Sagrada es una herramienta más para este fin sanatorio.
No todas las energías son detectables por el humano, en si solo puede detectar una ventana muy pequeña de las longitudes de ondas existentes, pese a que su incidencia en los cuerpos no se pueden relacionar con el campo visual sensitivo del humano, pues aún es poco detectable con las herramientas que disponemos, si que los afecta en diversos niveles y se observan los resultados, los cuales muchos ya han sido constatados por múltiples científicos, como Richard Gerbe, Michio Kaku, Changlin Zhang, Lynne Mc Taggart, entre otros, los cuales mediante sus trabajos auguran de la medicina vibracional, que será una ciencia físico-espiritual del futuro.
Las bases de la geometría sagrada, tienen un fundamento científico íntimamente relacionado con las frecuencias y la vibración. Viene descritas en culturas milenarias, entre otras la Atlante, Egipcia, Babilónica, así como en otras culturas orientales. Saliendo del mecanicismo y concibiendo al ser humano como una unidad bajo la mecánica cuántica que interactúa con la energía del universo, pueden justificarse y entender determinados modos terapéuticos que la física puede empezar a explicar al implicarse tanto la luz, como el sonido y la forma ya que comparten energías vibracionales combinables entre sí, unidas por la numerología y sujetas a unas determinadas leyes que aportan armonía y equilibrio.
Podemos decir que la geometría sagrada es un método sencillo, efectivo y no invasivo, que se ejerza mediante figuras o formas específicas, las cuales son patrones de organización de la información presente en el universo, en un estado de armonía. Puede regular las constantes fisiológicas al abordar los procesos de desequilibrio en los diversos campos energéticos, restaurando el equilibrio e integrando el cuerpo físico, emocional–mental y espiritual como un todo.
Es una estrategia de sanación, que pese a su sencillez aparente, proporciona mediante la resonancia una reconstrucción del holograma del individuo.
Ayer dia de Sant Jordi, salio la publicación de mi libro «La geometria Sagrada, Bases de la terápia vibracional«.
Dicho libro esta dividido en dos partes:
En la 1º parte se explican los conceptos sobre terápias energéticas y vibracionales. En dicha parte se narra en diferentes capítulos el génesis de los campos y de las energias celulares, las ondas, las vibraciones y su utilización como medio terapéutrico, el poder de la intención y los fundamentos energéticos de la sanación. Todo ello bajo el respaldo de distintos autores que lo han estudiado bajo experimentación y método científico.
En la 2º parte se centra ya en la geometria y el mundo del terapéuta geometra. Describiendo inicialmente los cuerpos Platónicos su origen y cualidades para posteriormente conocer los cuerpos arquimedianos, de Catalán y los conceptos de Kepler y de la Geobiometria.
Un viaje por el tiempo nos llevara a conocer la existencia de piezas geometricas milenarias
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Os dejo unos ejemplos del libro
¿Que son los campos?
Existen muchas formas de expresar lo que es la energía, entre ellas está la energía fotónica, magnética y la electromagnética que físicamente son cuantificables y que en los organismos están generados mediante las células, los tejidos, los órganos. También hay otras energías de más difícil cuantificación, por causa de las herramientas que disponemos, se les denominan energías sutiles, las cuales, están establecidas a modo de capas de “cebolla”.
La energía del campo morfogenético
El campo morfogenético, es el campo que se expresa mediante un área localizada de un embrión, la cual sigue un proceso de desarrollo particular y determinado. Rupert Sheldrake, formado en ciencias en la universidad de Cambridge, mantiene la hipótesis denominada “resonancia mórfica” en el marco teórico de la Biología. Sheldrake, mantiene que existe un campo dentro y alrededor de una unidad mórfica, la unidad que posteriormente se convertirá en un tejido u órgano y que está presente en todos los tejidos vivos. Al igual que la resonancia solo se produce entre objetos similares, hecho que permite que un tejido se diferencie de otro, también las conductas y las emociones se transmiten del mismo modo. De este modo podemos entender como determinadas acciones de un abuelo, por ejemplo, se transmite al nieto. Esta transmisión, según su teoría, es más factible la capacidad de transmisión mediante campos morfogenético que por el propio ADN, entendiendo que los campos morfogenéticos pueden mantener información de vidas pasadas, la cual no permanecería anclada en el cerebro, ni en una vida en particular, sino que mediante el campo mórfico se mantendría en el alma
Bases de la sanación energética
Ya es conocido que el cuerpo está relacionado y supeditado al entorno y que le afecta tanto los elementos físicos como los campos electromagnéticos.
En el cuerpo humano y posiblemente en todos los seres vivos, aunque sea en diferentes niveles, los campos electromagnéticos propios son de intensidad muy débil, por lo que son susceptibles a sufrir perturbaciones que pese a ser innecesarias, les afecta. Esta afectación que se muestra a modo de alteración o descompensación, genera mucho desconcierto en los científicos al no ser sólidos y a su vez son invisibles, intangibles e inconstantes, a pesar de provocar perturbaciones orgánicas.
Dentro de las disciplinas denominadas “Naturales” en unos casos y “Complementarias” en otros casos, encontramos un grupo de terapias que trabajan mediante la energía vibracional, pese a que posiblemente la mayoría de los procedimientos terapéuticos, en su base estructural sea la física de las vibraciones. En el caso que nos ocupa, que es la geometría sagrada, se trabaja precisamente con energía vibracional, la cual es orientada mediante el terapeuta, el cual deberá respetar los tres principios básicos de dicha terapia:
- Que la energía del paciente pueda fluir libremente y sin impedimentos.
- Que se distribuya de un modo bien relacionado y adecuado la energía en los diferentes órganos y sistemas del organismo.
- Que se respete y exista un equilibrio y armonía entre los opuestos complementarios.
Que la energía del paciente pueda fluir libremente y sin impedimentos, es lo más importante de la terapia, al igual que el flujo sanguíneo y linfático es lo más importante para la medicina alopática, teniendo encuenta que dicha energía fluya por los canales adecuados sin obstrucción, de una manera libre y sin impedimentos
La aplicación de la Geometría Sagrada
Bajo la visión academicista se ha arrastrado él concepto de protocolos, los cuales no dejan de
ser recomendaciones en las que se supone se optimizan los resultados.
Pese a que soy muy respetuoso con mis profesores y compañeros geómetras, no comparto la opinión de regularse mediante protocolos, puesto que entiendo que cada persona es un ser único, tiene sus circunstancias únicas en cada momento y requiere de una aplicación de los cuerpos geométricos
adecuada a su necesidad en el momento de aplicarla ya que la energía es infinitamente mutable, por lo que requiere de un “aquí y ahora”.
La propia energía del afectado tiene la capacidad de reclamar lo que más precisa, puesto que estamos hablando de campos de información y energéticos que tienden a recuperarse si se les facilita el recurso adecuadamente. Pongo como ejemplo como puede cargarse una batería o una pila por inducción de los campos electromagnéticos, al igual que se recarga un cepillo de dientes o un teléfono móvil por inducción. No obstante referenciare una serie de protocolos de aproximación inicial a las terapias libres, que son así como las denomino, mediantes cuales se prepara al receptor y finalmente se fije la información cuando se termine el tiempo de aplicación.
Robert Cabré 